Para la pintura contamos con las manos y el genio de Javier Jiménez Sánchez-Dalp que elaboró a bolígrafo negro un dibujo maravilloso del Pastorcito ofreciendo a quien le contempla la medalla de la Hermandad, con su característico cordon blanco, rojo y azul. En el fondo a un lado se ve la Ermita, y en el otro se intuye la silueta de la Hermandad peregrinando.
El dibujo se pasó a un elemento textil, custodiando la Hermandad el dibujo original.
En torno al dibujo desarrollamos en la delantera del banderín varios elementos vegetales bordados en aplicación de tisú de plata con la peculiaridad de que están matizados con aguadas de pintura textil en vez de con sedas de colores. En la parte inferior de la delantera una pequeña cartela reza "Madrid Moratalaz", con un oso y un madroño aludiendo al escudo. En la parte trasera del banderín, y en homenaje a los niños que son el futuro de la Hermandad bordamos dos elementos que son completamente infantiles y, a la vez, completamente rocieros. En una de las colas del banderín un tambor rociero representa el Camino hasta el Rocío y es a la vez uno de los primeros juegos de Hermandad de los que disfruta un niño. En la otra cola un caballito de balancín nos evoca tanto los juegos de infancia como las peregrinaciones a la Marisma.
El tejido de soporte es terciopelo de seda color sangre seca.
Banderín infantil
Real e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Madrid-Moratalaz
Aplicación de tisú de plata sobre terciopelo de seda.
Hermanos Labanda Urbano, 2017
